Aroma exuberante más propio de un perfume, muy complejo. Las notas florales de rosas blancas se integran con notas de frutas tropicales, lichi, melocotón y manzana verde, con fondo especiado. Los matices amoscatelados, notas de miel y caramelo, irán apareciendo con el paso del tiempo según vaya evolucionando el vino en botella. En boca es seco y fresco, con mucho volumen y sensación untuosa. Un vino extraordinariamente intenso, sabroso y de alta persistente.

Año seco con un total de lluvia anual de 364 L, lo que determina una cosecha de rendimientos bajos, buena maduración y una extraordinaria concentración.
Las temperaturas en el verano fueron calurosas, con oleadas de calor al principio de verano que adelantaron inicialmente el ciclo de la vid. Una segunda quincena de agosto y un mes de septiembre con temperaturas más suaves, así como frecuentes precipitaciones permitieron alargar el ciclo, con una maduración lenta que provoco que las uvas presentaran unos niveles de acidez buenos, con una mejor y más equilibrada madurez fenólica.